
Entramos en el año 2023 con ilusión y cierta precaución, como dicta la prudencia tras tres años de pandemia, la alta inflación existente y una guerra en Europa entre Ucrania y Rusia.
Optimismo y pesimismo se dan cita a la vez en este principio de año contradictorio y convencional, donde miedo y progreso se miran de frente.
Algunas características negativas de 2023
- La incertidumbre es grande en los mercados financieros, cuyo comportamiento ha sido desafortunado en 2022, pues estos han ido cayendo, especialmente desde septiembre, y su caída ha afectado a la rentabilidad del ahorro de las familias y de las inversiones, también a los tipos de interés de las hipotecas relacionados con el euríbor.
Una incertidumbre que se extiende a decisiones no solo económicas, sino también a cuestiones sociales y familiares, paralizando proyectos de todo tipo, o al menos, ralentizándolos, esperando tiempos mejores.
- Falta de creencia en la clase política, en los vínculos afectivos, en la religión, en las referencias clásicas de comportamiento, incluso en los valores morales de antaño y de siempre: disciplina, solidaridad, responsabilidad, bondad.
- Peligro de que el extremismo se alce con el poder en infinidad de países, al fomentar el derribo de las instituciones democráticas y la prohibición de la emigración como solución a la pobreza y a la miseria, predicando el odio al diferente, ensalzando el individualismo y encumbrando a dictadores.
- Incremento de dolencias psíquicas y físicas por posturas indebidas y continuadas ante la pantalla del ordenador, por secuelas del Covid, y también por vivir en precariedad y soledad no deseada un porcentaje importante de población.
- El éxito social y la riqueza como máxima aspiración vocacional, ya sea triunfando en el fútbol, influenciando en las redes sociales, o invirtiendo en negocios tales como la criptomoneda o el ladrillo a gran escala, obteniendo inmensos beneficios de la venta de viviendas, locales y edificios.
- Aceleración de la desigualdad social entre los barrios de las ciudades, entre las regiones, entre los continentes y también entre hombres y mujeres, pues por mucho que se progrese en ciertas clases sociales o naciones, el mundo es demasiado extenso y no deja de crecer, dejándose de lado las cuestiones equitativas para luchar por sobrevivir o aumentar la fortuna ingente de unos pocos.
- Incremento del consumo de drogas, de las adicciones a pantallas, de la prostitución y de los suicidios en la búsqueda de felicidad inmediata y solo personal, a la que cientos de campañas estimulan, conjugando luego la decepción por no obtenerla.
Aspectos positivos de la situación mundial actual
- Globalización de la cultura en una gama extensa de elementos:películas, noticias, series de televisión, moda, redes sociales, empresas multinacionales, pero también globalización de la moda, de las alianzas económicas internacionales y desde luego del turismo.
- Avance silencioso de los derechos y visibilidad de las mujeres, destruidos en parte por la mano implacable de la violencia de género, que lejos de reducirse, continúa matando y maltratando.
- Accesibilidad casi total a la información, incluida la falsa, a la cultura, a la movilidad en el empleo, a la auto publicación, a los innumerables canales de televisión, a la videollamada con personas de todas partes del mundo, al networking en múltiples formas.
- Aumento de la longevidad por la proliferación de hábitos saludables como la práctica de deporte, los chequeos médicos, la vigilancia alimentaria en la reducción de azúcar y grasas, la extrema higiene diaria, la limpieza de edificios, calles y transporte público, así como la revisión gubernativa de la contaminación ambiental.
- Amor al arte en todas sus manifestaciones, con gran incremento de pintores, diseñadores, estilistas, escritores, escultores, etcétera, existiendo gran competitividad entre todos ellos, aunque escasos ingresos en la mayoría de los casos. Las instituciones no los protegen especialmente, viviendo cada artista gracias a otra actividad laboral.
- Avances muy importantes en cirugía, ingeniería y aeronáutica espacial, así como en la comunicación entre personas, se dan la mano deslumbrándonos. La robótica, la informática, la genética avanzan a toda velocidad, tanto por la iniciativa pública como por la privada.
El progreso de la ciencia y de la técnica a escala mundial, cada vez con mayor sentido de la responsabilidad social, el avance del reciclado y del cambio climático, se convertirán, se convierten, de hecho, en la solución a nuestros problemas de superpoblación, desigualdad y sobreexplotación de recursos.
Conclusiones
Resulta una panorámica contradictoria la expuesta, pero, curiosamente, muchos factores positivos citados pueden interactuar con los negativos y mejorar el conjunto, pues
- la incorporación de la mujer al mundo laboral en todos los lugares del planeta puede dar una perspectiva más optimista al cambio climático, a la industria, al empleo, a las relaciones sociales y a las decisiones políticas, así como también
- el avance de la justicia,
- la globalización de la información y la cultura,
- la desgravación por ayudas sociales y
- la democracia contribuyen notoriamente a encontrar soluciones.
Por su parte,
- el estímulo empresarial y público a la ciencia para luchar contra la enfermedad contagiosa, la incurable y la psíquica, y para detener el deterioro del planeta, resulta tan necesario como
- la conciencia personal de que el futuro nos incumbe y por ello decidimos comprometernos.
Te invito a leer mi libro de relatos, Ventana al mundo, que supone un buen trago de optimismo y realidad para empezar 2023, año en el que el mundo va a mejorar.