Europa: territorio diverso, aventurero, clásico y también moderno

Europa o la equilibrada fuerza de la tradición y el progreso.
Imagen de Edificio, Banderas de la unión europea y Balcón” de 12019 está sujeto a una licencia de Pixabay.

Este antiguo continente es, y ha sido, un motor de progreso, un escaparte de arte, un continuo campo de batalla, así como, a la vez, un lugar de paz y convivencia.

Situación e historia

Europa es el continente situado enteramente en el oeste del hemisferio norte de nuestro planeta, ocupando 10.530.751 kilómetros cuadrados, con una población de 7 millones de habitantes, el 10,03 % de la población mundial. Contiene el 4​ % de la superficie y alrededor de 6,8 % del total de las tierras emergidas del globo.

Europa es nuestro hogar y La Tierra el mundo por el que caminamos. Muchas y distintas lenguas se hablan en este continente, bañado, perimetrado, por el Atlántico y el Mediterráneo, surcado por grandes ríos como el Volga, el Rin, el Danubio o El Tajo, y fruncido por elevadas cordilleras: Los Alpes, los Pirineos, los Apeninos o los Montes del Cáucaso. En su geografía se han asentado pueblos, leyendas sin fin y humanos llenos de curiosidad por la exploración, así como plenos de ingenio para trabajar por la supervivencia.

Europa se forja en los últimos tres mil años, al principio de los cuales empieza a poblarse por tribus y clanes procedentes de Asia, que se acomodan unos en el sur, en las suaves costas del Mediterráneo, y otros en el centro y norte, en las frías aguas del Báltico y valles de los Alpes. El introducido idioma indoeuropeo, que hablaban los primeros pobladores del continente, se va a deshilachar en otros como el sajón, el eslavo, el latín o el griego, y estos a su vez en distintas lenguas derivadas de los mismos, las que se hablan hoy en cada comarca, isla o península de los cientos y cientos que ocupan la superficie europea

Diversidad

Europa contiene unos cincuenta estados hoy día y ha sido el escenario de cruentas guerras a lo largo de su historia, así como la sede de imperios inmensos en distintos siglos, como el romano, el español o el inglés. Por sus tierras de clima templado han transitado ejércitos, gente aventurera y familias huyendo del hambre, la pobreza y la guerra. En sus aldeas ha germinado el ansia de justicia y también la planificación del asalto al feudo o reino vecino, la construcción de catedrales y el odio a compatriotas de otra religión. 

Sus pobladores son de raza blanca, presentando distintas variantes de este a oeste y de norte a sur, tantas como su clima, lluvioso, seco y a veces helador.

Sus ciudades portuarias son definitivas en la expansión de costumbres, ideas y mercancías, destacando Venecia, Lisboa, Londres, Cádiz, Sevilla, Atenas, Róterdam, Barcelona, El Havre y Hamburgo. La navegación fluvial y marítima, mayor incluso que el transporte de tropas y mercancías por el interior del continente, ha moldeado la idiosincrasia europea, variada y abierta, políglota, multifacética, ansiosa de practicar turismo, de disfrutar de becas de estudio en países hermanos o de mejorar su nivel de vida yendo a trabajar en naciones próximas o lejanas.

Inventos

Todas las contradicciones humanas las han sentido los europeos, que en medio de infinitos pasos hacia atrás y adelante, han inventado:

  • en el plano político la democracia, el parlamentarismo, el movimiento obrero, los partidos políticos, el sufragio masculino y femenino.
  • en tecnología la máquina de vapor, la imprenta, el cuadrante y otros muchos aparatos decisivos para la industria, el transporte y la cultura.
  • en finanzas el seguro de fletes y de incendio, la banca, el sistema contable de debe y haber y el pagaré, todas ellas son las bases administrativas para gestionar el comercio y la inversión.
  • en cultura, el cine, el teléfono, el metropolitano, el fútbol y los museos 
  • en medicina la penicilina, las vacunas, la anestesia, las gafas graduadas y otros diversos aparatos de obstetricia, óptica y odontología.
  • en educación la universidad, la enseñanza reglada pública y privada, la academia de artes, los oficios y gremios.
  • en comunicaciones el correo postal y los recambios de caballos a carruajes y jinetes.
  • en música el arpa, la guitarra, el piano, la pandereta, las castañuelas.
  • en ciencia, los teoremas de Pitágoras, Tales, Euclides y Torricelli, la teoría de la relatividad de Einstein, las leyes de Mendel, el origen de las especies de Charles Darwin.

…y llevado a cabo el Renacimiento, la conquista de América, de África y de Oceanía, así como la Ilustración y las Revoluciones francesa e industrial.

Hitos de la personalidad de Europa

Nuestro continente ha recibido la inmensa influencia de varios hechos históricos generados en sus tierras y ofrecidos al resto de la humanidad en los tres milenios recientes. Estos hitos, verdaderas señas de identidad europeas, son:

  1. la Grecia y Roma clásicas
  2. el Cristianismo
  3. la conquista de América
  4. la Ilustración
  5. el esclavismo africano y lucha contra los indios
  6. el maquinismo y el movimiento obrero, así como la sociedad industrial
  7. la Revolución francesa y el sufragio, tanto masculino como femenino
  8. la deportación y persecución de judíos
  9. las guerras intestinas entre pueblos limítrofes
  10. la declaración de los derechos humanos de 1948
  11. la creación y fortalecimiento de la Unión Europea

Todos ellos han convertido a Europa en un continente de cultura clásica, tanto romana como griega, y también cristiano, aunque dividido en su fe desde hace cinco siglos y diezmado por severas guerras de religión, tanto intestinas como contra pueblos de otra fe.

El conjunto de los países europeos ha conseguido que cientos de miles y miles de europeos viajaran a América y a África y Australia en los últimos cinco o seis siglos, implantando su idioma, su religión y costumbres en las nuevas tierras conquistadas.

Dislates y aciertos

Por otra parte, también los europeos han diezmado, durante los siglos XVII, XVIII y XIX, a los habitantes de la costa occidental africana, convirtiéndolos en esclavos, así como han arrebatado territorios a los indios americanos. Para mayor vergüenza, también han expulsado de sus fronteras a judíos y musulmanes, en guerras interminables o edictos categóricos.

Los europeos han sufrido malas cosechas, epidemias y graves consecuencias de las interminables guerras soportadas en su suelo, concluyendo en hambrunas y despoblación, pero también en el desarrollo del mayor ingenio, inventando máquinas y aparatos técnicos muy útiles, ofreciendo obras de arte pictórico, arquitectónico y escultórico de primer orden, y además consiguiendo aportaciones definitivas para la convivencia y el mejor gobierno, como son el municipalismo, el parlamentarismo, el derecho y la jurisprudencia, la prensa y los espectáculos deportivos de masas.

La política

El reino de León en la Edad Media, así como el ministro Cromwell en Inglaterra, en el siglo XVII, instauran el parlamentarismo, la igualdad del pueblo con el rey a la hora de promulgar leyes en suelo europeo, lo que se va a ir extendiendo al resto del mundo.

Por supuesto, el nacimiento de la industria y el trabajo obrero masivo marcan los derechos de los trabajadores del mundo entero a partir del siglo XIX, y en el XX es destacable la Proclamación en París de los Derechos Humanos de 1948, punto de inflexión histórico, reconociendo la igualdad universal, sin olvidar la lucha por el sufragio masculino y el femenino, que prendió en el corazón de nuestro continente para extenderse por el mundo entero en el último siglo.

Literatos

Los escritores Cervantes en España, Shakespeare en Inglaterra, Goethe en Alemania, D’Annunzio en Italia, entre otros cientos de autores, constituyen muestra de la gran explosión narrativa y dramatúrgica de las lenguas europeas, donde el latín ha sido el nexo inicial de comunicación, instaurado por el Imperio Romano y adoptado por las iglesias cristianas desde el inicio de estas.

De hecho, la Grecia clásica inventa el teatro y en España este género lleva triunfando cuatrocientos años con un público fiel. 

La novela llega a su zénit en Francia con Stendhal y el relato breve vive hoy su mayor gloria con cientos de concursos de este género por todo el continente.

Artistas

Los impresionistas franceses de principios del siglo XX, como Manet, Monet y su antecesor holandés, Van Gogh son maestros de la pintura, donde por supuesto también destacan los españoles Picasso, Velázquez y Goya.

En arquitectura sobresale el Renacimiento italiano, en el siglo XVI, con los maestros Miguel Ángel Buonarroti y el polifacético Leonardo Da Vinci.

En música son excelentes los compositores alemanes Mozart y Wagner, entre otros.

En ciencia admiramos a Newton, Einstein, Hawking, Galileo, Darwin, Copérnico, Mendel, Arquímedes, Nobel, Pitágoras, Descartes, Jane Goodall, Hipatia, Linneo, Mendeléyev y tantos otros. 

El cristianismo

Varios discípulos de Cristo, como Pedro, Santiago, Juan, Pablo, y otros posteriores, predicaron el cristianismo en la costa norte del Mediterráneo, extendiendo su religión muy rápidamente por todo el viejo continente.

Europa acoge dos ciudades imprescindibles para la fe cristina: Roma y Santiago de Compostela, dos faros, uno en el extremo oeste atlántico y el otro al sur, en mitad del Mediterráneo, que se convirtieron desde el siglo XII y XV, respectivamente, en el destino de millares de peregrinos, laicos y seglares, que han ido intercambiando ideas, productos y artículos religiosos de todas partes del continente y del mundo.

Destacan las procesiones españolas de Semana Santa, la celebración de la Navidad en todos los pueblos y ciudades europeos, los cementerios, las parroquias cristianas, ancestral órgano administrativo, anterior al municipio y desde luego, las catedrales de Burgos, San Pedro del Vaticano, Notre Dame de París, la catedral de Colonia, el Duomo de Milán, la Sagrada Familia de Barcelona, San Basilio en Moscú, la abadía de Westminster en Londres, la catedral de Berlín y la de Reikiavik. No olvidamos tampoco la enorme cantidad de monasterios y órdenes religiosas que pueblan las ciudades europeas.

El cristianismo ha impregnado las costumbres, el arte, la canción y música europeas como la Roma clásica, de hecho, los europeos somos los descendientes directos de los romanos y primeros cristianos.

Navidad, Pascua, Corpus Christi, siguen gobernando el calendario, la canción popular, la gastronomía, en especial la de postres y dulces, y los juramentos oficiales y coronaciones siguen haciéndose ante la cruz cristiana, siendo las festividades de los santos y de las vírgenes los momentos de fiestas y verbenas populares en las naciones católicas.

La revolución francesa

La revolución de 1789 en Francia supone el inicio de una nueva era para la humanidad. Al margen de China, que avanza en la historia encerrada entre sus murallas, una muralla envolvente en realidad, este hito derriba la sociedad estamental de aristocracia, iglesia y pueblo llano, y la convierte en sociedad de clases donde la clase media, la burguesía, avanzará en riqueza y derechos. Tal paso de gigante para los humanos se inscribe en un siglo donde se despierta el amor a la ciencia generalizado y las monarquías se preocupan del pueblo, aunque sin permitirle aún gobernar.

La revolución potencia el conocimiento y el despertar de las colonias y provincias americanas a la exigencia y lucha por la independencia de sus gobiernos en Europa. Colonias son las francesas e inglesas y provincias son las españolas en América. De todo ello nace el constitucionalismo, la Carta Magna de derechos y deberes que los nuevos estados, ya no naciones o reinos solamente, querrán respetar e institucionalizar.

La Unión Europea

Tras las desastrosas y fratricidas guerras mundiales del siglo XX, los países más ricos de Europa, todos situados al oeste del continente, se plantean un futuro en paz y convivencia entre ellos. Un futuro económico, político y judicial Así se forja la Unión Europea.

Está compuesta por veintiocho estados, y se inició con la entrada en vigor del Tratado de Maastricht en noviembre de 1993, siendo la heredera de la Comunidad Económica Europea, fundada en 1958 por seis naciones:Italia, Alemania, Francia, Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos. La Unión ha generado un sistema político, económico y jurídico supranacional que ha mejorado el entendimiento y la convivencia entre los distintos países, y cuyos logros más destacados son el libre intercambio de mercancías y personas entre los países miembros. El uso de la moneda común, el euro, es oficial en veinte países de la Unión. Esta ha mejorado las migraciones entre estados, el turismo, el deseo de numerosos estudiantes de secundaria y universitarios de seguir cursos en oros países(becas Erasmus), la compra de propiedades, las parejas entre autóctonos y extranjeros y las denuncias de ciertas fraudulentas conductas nacionales gubernamentales.

La Unión Europea, sin embargo, no ha tenido una respuesta única, solidaria, firme, sanitaria, durante la pandemia, y tampoco fue generosa durante la crisis de económica de 2008, aunque sí está respondiendo con los Fondos Next Generation a la inflación por la guerra de Ucrania, subida del precio de las materias primas mundiales y desastres de la pandemia de Covid de 2020. También ha dado respuesta y solución a numerosos litigios nacionales.

La UNE ha recibido un golpe fuerte con el Brexit, el abandono en 2019 de Inglaterra, país fundador de la misma, pero la entrada de nuevos miembros ha compensado mínimamente la decepción. Retos futuros como la unidad militar, la política de fronteras y la fiscal, así como conceder a los países del este un mayor protagonismo, están en el futuro a medio plazo de esta entidad que se ha revelado como muy progresista en derechos humanos y muy floreciente económicamente, a pesar de la dificultad de aunar intereses nacionales, lenguas distintas, rencillas eternas, así como cuestiones independentistas y peculiares de las distintas regiones representadas.

Destacamos como eminentes europeos en Francia a Carlomagno, Marie Curie, Napoleón, Pasteur, Fleming. En España sobresalen Felipe II, Teresa de Jesús, Adolfo Suárez, Pedro Almodóvar, entre otros cientos de personas. En Polonia emerge la figura de Wojtyła. En Inglaterra tenemos a Churchill y a Isabel II. En Rusia apreciamos a Catalina II y Gorbachov. En Italia admiramos a Volta, Dante y Fellini. En fin, en Alemania destacan Einstein, Kepler, Lutero, Beethoven y Humboldt.

Todos ellos, y muchos más, nos dan idea de la fuerza artística, política, social y cultural de nuestros próceres, del trabajo memorable de los europeos de todos los tiempos y de nuestra responsabilidad en la suerte presente y futura de nuestro planeta.

Algunos relatos europeos los encuentras en mi último libro, Ventana al mar, que espero que te apasione.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Los datos de carácter personal que consten en la consulta serán tratados por Teresa Álvarez Olías e incorporados a la actividad de tratamiento CONTACTOS, cuya finalidad es atender sus solicitudes, peticiones o consultas recibidas desde la web, mediante correo electrónico o telefónico. Dar respuesta a su solicitud y hacer un seguimiento posterior. La legitimación del tratamiento es su consentimiento. Sus datos no serán cedidos a terceros. Tiene derecho a acceder, rectificar y suprimir sus datos, así como otros derechos como se explica en nuestra Política de Privacidad