
El progreso de nuestra especie es un paso constante de superación individual y solidaridad. Constituye un esfuerzo permanente por doblegar la adversidad, descubrir fuentes de riqueza, y convivir con todos.
Características generales
La humanidad lleva un millón de años caminando sobre La Tierra, con un paso lento, tembloroso pero continuo, mirando hacia el frente. Progreso hemos llamado a este paso que ha ido mejorando la morfología propia de nuestra especie, forjando inventos, transmitiendo conocimientos, explorando territorios, generando costumbres y, en fin, promulgando por ley derechos colectivos para ordenar la convivencia.
Mejora de la morfología
Cuatro grandes cambios van adoptando nuestros primeros antecesores y antecesoras, porque es evidente la colaboración de las mujeres en todo el progreso humano, que son:
- Abandono del caminar sobre sus cuatro extremidades para sustentarse sobre dos, levantando la cabeza para mirar hacia delante, hacia los lados y hacia atrás, alcanzando una perspectiva de 180 grados, con la vista en el horizonte y no en el suelo. Mirar en derredor es vital para observar el cielo, el entorno lleno de animales salvajes, enemigos humanos y campos en flor o baldíos.
Nuestro ancestro aprende a andar sobre sus piernas y es consciente de su altura. De esta forma respira mejor y avanza más rápido. Contempla el horizonte. Endereza así la cabeza y por añadidura el cerebro, que crece y se expande algo más. Por añadidura, cuando necesita divisar en la distancia, sube encima de los hombros del compañero, multiplicando la visión.
- Uso simultáneo de piernas y brazos. El primer homínido bípedo consigue andar y a la vez cargar peso en sus brazos. Incluso puede caminar y a la vez portar alimentos, mirar alrededor y establecer una estrategia mental ante el peligro, la lluvia, la noche o los frutos altos de los árboles, funciones todas indispensables para el ataque, la defensa, la obtención de alimento y en definitiva, la supervivencia en un mundo por explorar.
- Desarrollo de dientes caninos en su boca, con los que se adapta a ser omnímodo, comiendo carne (cruda y luego asada al descubrir el fuego) verduras, cereales en grano, pescado, fruta y bebiendo leche, agua y jugos vegetales.
El aporte de proteínas, vitaminas e hidratos de carbono desarrolla la musculatura y aviva el ingenio, haciendo a nuestros primeros humanos cada vez más resistentes al frío del invierno, a las fieras que los rodean, a las épocas de escasez y a la enfermedad. Su estómago se agranda y también su talla. Su esperanza de vida también.
- Empleo continuo de las manos, que se mueven con el impulso de su cerebro. Aprenden a tratar la piedra para fabricar herramientas y a pintar animales con distintos pigmentos en las paredes de las cuevas que constituyen sus hogares. Inventan la rueda, la piedra afilada, la aguja. Aprenden a machacar el cereal y lo hornean. Se inician en la agricultura, esa gran actividad que los va a asentar en un lugar, les va a proporcionar comida y por ende les va a incitar a proclamar leyes de uso y defensa de la tierra.
Forja de inventos
De manera fortuita, quizá por un incendio, este ser humano descubre el fuego y eso le permite calentarse, cocinar alimentos y ahuyentar a las fieras circundantes. En especial, la carne se come y conserva mejor asada, pues cruda, se pudre y deteriora en un lapso de tiempo menor. Además, inventa la rueda que le va a permitir transportar fardos, animales muertos despiezados, flechas y minerales pesados.
A la vez confecciona la aguja, el cuchillo, la cuchara, el cuenco, el cayado con los que aprovecha la piel de los animales que le sirve de vestimenta, y transporta líquidos o sólidos, así como se defiende de enemigos. Consigue también domesticar animales que le ayudan en sus tareas.
Trasmisión de conocimiento
El primitivo ser humano ordena sus sonidos guturales e inventa un lenguaje primario para comunicarse con sus congéneres, a los que necesita para sobrevivir. El individuo no puede subsistir en solitario. Necesita a su clan, a su familia, a su pareja, a sus hijos para trabajar y sostenerse en la vejez o la dolencia.
El conocimiento es colectivo y se transmite por observación y práctica común. Se establece una jerarquía por sexos y resistencia física, pero los inventos y adaptaciones, así como el lenguaje, y, en un grado superior, el tratamiento y culto a los fallecidos, se intercambia con los otros miembros del clan.
Comercio
Nuestros primitivos ancestros y todos los posteriores necesitaban productos que no se daban en su entorno agrícola y tenían excedente de los suyos. El intercambio, trueque o comercio con otras tribus y pueblos resulta fundamental para equilibrar carencias de unos y excedentes de otros. Se convierte en la base de economía y el desarrollo. Pero no solo se cambiaba trigo por pescado, por ejemplo, o sal por cuero, sino que las palabras, ese tesoro y logro genuino de la especie humana, pasan de un colectivo a otro, así como la técnica del curtido, del arado, de la vendimia, del tratamiento de enfermedades.
Por supuesto, la religión se expande y se combina con otros ritos funerarios y sagrados, aprendidos o adquiridos en lugares lejanos y difundidos por comerciantes o guerreros.
Exploración del territorio
Caminando o huyendo de catástrofes o peligros se encuentran nuevas cuevas, ríos, incluso el mar. Se llega al bosque y al desierto, a la montaña fértil, al glaciar, al paso entre islas por la marea baja. Se encuentran otros grupos humanos que han recorrido distintos campos y experimentado diferentes experiencias.
El lenguaje amplía su combinación de sonidos y nombres de personas o utensilios, de tal forma que el inconsciente colectivo arbitra mecanismos de defensa ante las alimañas, el incendio, la inundación, la sequía, la pandemia, la hambruna, el terremoto o el clan enemigo. En una palabra, el territorio se va conquistando y ampliando, saliendo así muchos grupos humanos de la actual África, origen de los primeros homínidos, llegando a Asia y pasando a Europa, América y Oceanía.
Generación de costumbres
Poco a poco nuestros ancestros aprenden a sembrar, podar y recoger la cosecha. Enseñan a los jóvenes a cocinar, a pelear con otros grupos humanos, a enterrar a los muertos, a cazar, a recolectar, a curarse con hierbas y emplastos, a intercambiar alimentos, armas y herramientas, a vestirse de una forma determinada, a hablar articulando fonemas bucales y no solo sonidos guturales, incluso se enseñan mutuamente a esculpir en piedra o arena esos fonemas, los cuales forman letras que poco a poco van a contar hazañas, van a inventar la mitología, a señalar accidentes geográficos, a imprimir para siempre los nombres de los muertos en sus monumentos funerarios.
Promulgación de leyes, derechos y obligaciones
Con el trascurso de los siglos y la perfección del lenguaje hablado y escrito, se generan religiones, clases sociales, costumbres y posesiones que la ley ordena de forma taxativa, estableciendo derechos, obligaciones y castigos para los individuos que no la cumplan y desde luego, se trasmite el conocimiento teórico, práctico y deductivo, científico, demostrado, adquirido en el trabajo, en la guerra, en la relación con otras familias, en la fiesta, en la alegría y en la desolación.
Sentimientos humanos para el progreso evolutivo
Sin duda el acompañamiento de otros seres humanos ha devenido en la infinita suerte de prosperar de nuestros congéneres, pero otros sentimientos coadyuvan también al éxito obtenido, como son:
- la solidaridad con los más débiles y con los iguales, reconociendo la jerarquía de los más fuertes e inteligentes,
- la curiosidad innata por todas las cosas, con sus causas y consecuencias,
- el espíritu constante de sacrificio y
- la ambición por conquistar tierras, por aprender y conocer.
Nuestros ancestros, como nosotros, avanzan en la Historia gracias a la fuerza renovada cada día para sobreponerse a la desgracia y al miedo o incertidumbre ante el futuro o lo desconocido, y gracias también a su innata y eterna capacidad de adaptación al medio.
Hazañas humanas
Con el paso de los milenios, los glaciares, las catástrofes y esa adaptación, el cuerpo y espíritu de los humanos ha conseguido alimentarse bien, construir viviendas cómodas, prepararse para el futuro inmediato en cuanto a provisiones, armas y remedios medicinales, pero también ha llegado a explorar los límites del planeta y atisbar los confines del universo, ha batido marcas deportivas y de resistencia, ha elaborado teorías matemáticas, químicas, técnicas, ha descubierto la pólvora, el papel, Internet, la máquina de vapor, e incluso ha inventado historias ficticias en libros de cientos de páginas y en obras de teatro que declaman actores ante un público entregado.
Extensión del conocimiento
Los templos, las escuelas, las universidades, los gremios, los monasterios, el ejército, la familia, los códices, y por supuesto los libros impresos han trasmitido el conocimiento de generación a generación, en especial en los´últimos quinientos años., en los que el avance, esto es el progreso humano, se ha acelerado como nunca.
Hoy día Internet y el teléfono, el cine, la prensa y la televisión, como los libros, han extendido el saber por ciudades y pueblos de toda la tierra. Pero no solo lo han hecho estos medios de trasmisión, sino también grandes movimientos y circunstancias, como son el turismo y las vacaciones pagadas, las migraciones, el intercambio de estudiantes, las becas internacionales, las redes sociales, el traslado de empleados, los acuerdos comerciales y el ansia personal de explorar, viajar y conocer.
Turismo
La curiosidad por visitar otras ciudades y países ha existido siempre, y sin duda las guerras saciaban parte de la misma, pero decididamente las vacaciones, pagadas desde mediados del siglo XX en todo el mundo, constituyeron un gran aliciente para viajar.
El abaratamiento de los transportes fue decisivo para convertir esta curiosidad en la industria que es hoy. Familias y grupos de trabajo o de amigos, de compañeros de estudio, se desplazan a playas, a poblaciones grandes y pequeñas donde tienen que pagar por alojarse y comer, disfrutando de las visitas a museos, de la gastronomía, de los monumentos, del paisaje, de las costumbres y cultura del país visitado, o de las vistas de la costa desde un crucero por mar.
Para todo el mundo el turismo internacional es una oportunidad constante de practicar idiomas, de conocer gente, de relacionarse con colegas de la misma profesión o empresa, de encontrarse con contactos de sus redes sociales, que logrará, como ninguna otra actividad, acercar más a gentes de lugares alejados, consolidar parejas muy distintas y acuerdos de colaboración con personas del otro lado del globo, mejorando oportunidades y perspectivas.
Tras el viaje turístico, que a veces es anual, pero también trimestral, es inevitable la comparación con las ciudades oriundas del turista, con su actividad y las que ha conocido. El viajante compara las costumbres contempladas con las practicadas en su entorno, así como siente el deseo de implantar en su medio prácticas que le hayan gustado o impresionando de su viaje. El conocimiento se dispara y el intercambio de ideas redunda en mejores objetivos a medio plazo.
Consecuencias de este intercambio de viajes es el avance en el aprendizaje y práctica de idiomas, singularmente del inglés, en la variedad de alimentos comercializados para gusto de los viajeros, en la diversidad de rostros en nuestras calles y transportes públicos, en el aumento de seguros de viaje, de souvenirs y de establecimientos hoteleros.
Museos
La historia científica y artística de una ciudad, comarca o país se exhibe y concentra en sus museos. Los turistas, por definición, visitan todos los museos, alternado su estancia con comida en restaurantes y paseos por playas y calles.
El siglo XXI ha abierto la puerta de los museos al público infantil y adulto. Por recomendación de Naciones Unidas y de la UNESCO, las vitrinas clásicas de los mismos dan paso a pantallas, botones y paneles informativos en varios idiomas, y también a actividad interactiva con el visitante, lo que consigue que la observación individual, la tienda del museo y las visitas guiadas por las salas tengan un éxito arrollador.
Las audioguías explican cada cuadro, cada invento, cada exposición museística en el idioma requerido y la atención al visitante o a la persona estudiosa o científica con folletos, webs, personal de seguridad, cafetería y venta de souvenirs es máxima.
En los últimos años, la combinación de cultura, fiestas patronales, museos, playa o montaña y restaurantes típicos es objetivo de la concejalía de turismo de cada municipio en España, donde el turismo supone el 12 % de nuestro PIB.
Conclusiones
La evolución humana ha consistido en una apuesta clara por gran número de hijos, debido a la enorme mortandad infantil y adulta, así como a la necesidad de brazos para el trabajo en la tierra y en el taller.
Las pandemias y desastres naturales, el hambre y la guerra han puesto en jaque a la población mundial en multitud de ocasiones, haciendo temblar el devenir de la humanidad durante milenios, pero a partir del siglo XVIII, con la extensión de cultivos y el incremento del comercio mundial, los asentamientos humanos se mantienen con fuerza.
Sin embargo, la tendencia está cambiando por varias razones: alto coste de sostener una familia, empleos inestables, parejas fugaces y desde luego deseo de viaje, descanso y trabajo intenso, todas actividades incompatibles con una crianza de dos, tres o cuatro hijos. A esto se añade el alto coste y escasez de guarderías, la moda imperante, el uso de anticonceptivos, la incertidumbre económica y el empleo de las mujeres, que son hoy día quienes en última instancia deciden el número de hijos que desean tener.
El desarrollo de la técnica ha descuidado, por contra, el cuidado del planeta, que se calienta progresivamente y cambia su clima, desafío que la especie humana tiene que controlar para nuestra propia supervivencia.
La combinación de factores como decisiones políticas, avances científicos, inventos técnicos, concienciación individual, escasez de alimentos o energía, desastres naturales y mortandad abrumadora decidirá nuestro futuro inmediato, este al que hemos llegado con tanto esfuerzo y tiempo, con tanto aprendizaje y continua adaptación.
El progreso también significa sacrificio, responsabilidad, memoria y dignidad.