Escribí este artículo:
fascinada por la descripción de personajes y paisajes de dos grandes escritoras, una española y otra británica: Emilia Pardo Bazán y Jane Austen.
El mundo rural aún es predominante a finales del siglo XIX en España y a principios del mismo siglo en Inglaterra. Cada una de estas dos novelas se sumerge en la vida familiar de una gran propiedad en el campo.
Las mujeres protagonistas viven atrapadas en mansiones aisladas, debatiéndose entre la felicidad y la desdicha, el deber y la esperanza.
Los hombres pueden evadirse ligeramente de sus haciendas, pero también sienten la influencia inmensa de la casa solariega donde gobiernan, viven y son amados.